El interior de Euskadi está dominado por el verde de sus bosques y pastizales y por los caseríos, depositarios de una forma de vida pegada a la tradición. Cuenta con innumerables parques naturales y ofrece la oportunidad de visitar lugares como los santuarios de Loiola o Arantzazu. Lugares en los que aprender sobre la vida de los pastores y del caserío descubriendo cómo se elabora el famoso queso Idiazabal o en los que visitar los mercados tradicionales más famosos como los de Ordizia o Tolosa.